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Interfaces diarias

  1. Como ejemplo de interfaz sencilla tenemos este pequeño humidificador con tres botones que manejan las prestaciones del aparato: encendido, temporizador y control de luces, las cuales pueden ir cambiando de colores, dejarlo en un color fijo o que funcione el aparato sin luz. Tan solo lleva unos segundos entender su funcionamiento.

 

 

 

 

2. Este termostato resulta un buen ejemplo de interfaz complicada, al menos para mí, que después de mucho tiempo no consigo hacerme con él. A priori los pocos botones que presenta dan un aspecto limpio y de sencillez, pero al tener el aparato tantas opciones de configuración te obliga a navegar mucho a través de todos los modos, haciendo de esta manera perder mucho el tiempo y generando frustración.

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